1.- Princesa morena de lindos ojos, cabello ondulado y gigante sonrisa, ¿por qué tus encantos se me han extraviado?
¿Dónde está, pues, el secreto de tus labios?
Toda tú ha desaparecido de mis ojos. Aún salgo a buscarte.
Solo tendré que reposar bajo este cuarto menguante hasta que un día tus ojos encuentre.
2.- Tristes son estas madrugadas solitarias en las que espero tu utópica llegada. Dan las seis y empiezo la mañana con los brazos abandonados. Mi día ya no es el mismo. Ya de nuevo de noche me asomo por la ventana y observo este cuarto menguante que llora lágrimas azules.
3.- Pues ya nada me queda, todo te lo di.
Mi cuerpo es un delirio que necesita de tu medicina tropical.
Mi mente es una celda de espera.
En mis ojos se refleja el cuarto menguante.
Y en mis labios se dibuja tu nombre.
Tu nombre, Veinte-Seis-Ocho-Cuarto Menguante.