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Aún no logro ser el primero. Por huevón.

Descubierto

Ahora ya lo entiendo todo. Ya sé cuál era el error. Ahora todo está claro. Ahora estoy seguro.

El silencio lo es todo.

Frente al mar dos almas haciendo el amor, como alguna vez escribí.

Distante

¿Qué sucede, pues?

¿Qué pasa ahí?

¿Qué es lo que escondes?

Hay algo que me impacienta, que me desespera.

¿Qué es, eh? ¿Qué es lo que no quieres decir?

Tengo temor, ahora.

¿Qué hay, eh?

¿Por qué justo ahora?

Insultos

Un fuerte dolor de cabeza y otro en el pecho, ganas de vomitar, tentación de dormir, tareas que escribir, libros que leer.

No hay bulla alrededor, todos ya se han ido a dormir y hay tiempo para empezar a hacer lo que se tiene que hacer.

Hambre.

(Son estos los momentos que debo aprovecharlos. El silencio es absoluto).

Seguramente mañana aparece la falsa sombra de cobardes palabras a dar su opinión que mí no me interesa.

Más tarde tendré que descansar.

A unos días

Dos.

Libros.

Dos.

Superior. Parte.

Uno.

Disco.

Merci beaucoup.

No te olvido

Ha pasado mucho tiempo desde la última vez que escribí sobre ti. Seguramente lo puedes comprender. Es difícil, no hay tiempo, hay muchas otras cosas que tengo que hacer.

Pero siempre pienso en ti. Desde que apareciste en mi vida hasta el día de hoy y hasta el día en que por fin seas completa. Por fin libre de tanto misterio.

No, no estás libre: sigues presa en mi cabeza.

Muy pronto nos veremos las caras, quizás yo a ti te vea primero. Y espero no huyas,

Soledad Angélica.