"Más allá no hay nada. Todo es un vacío invernal, triste y solitario. Más allá solo hay lamentos y sufrimientos. Todo es un escenario tétrico y desagradable".
El hombre dio la vuelta y se marchó a su hogar, se encerró en su habitación, se cubrió con las sábanas hasta la cabeza y se durmió.
Parecía no haberse enterado del verano.
El reloj aún no marcaba las cinco de la tarde.
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