Varias cartas de muchas páginas fueron a dar a la hoguera. Quizá la caja de unas rosas, algunos adornos, un álbum y un anillo también fueron incinerados. Los recuerdos se eliminaron. El corazón hizo su espacio. Ahora mira y camina de frente. Yo no he cambiado.
(un perro, una carta, una camiseta, un maletín, los abrazos, los besos, tu mirada, tu sonrisa y tu cabello. Y 17 fotografías.)
Los demonios interiores todavía luchan por expulsar el crimen, la traición y la decepción. La suciedad se ha impregnado a mi cuerpo y aún no la logro limpiar. Todas las noches bajo la frazada recuerdo las tardes sentados en las escaleras, mirando el cielo, los aviones y tu sexo. Tus gemidos y tus lamidos. Y también aquella madrugada telefónica.
(la traición, la traición, la traición. tu sucio sexo y tu pecado mortal. Sucia, sucia, sucia. el tercer círculo, quizá.)
La inocencia hecha mujer. El espejo reflejando lo que soy. Seguro ya lo sabes y no lo vas a aceptar. Es mejor dejar las cosas tal y como están. Las cosas muy complicadas andan y no hay tiempo que perder. Todo está muy claro, probablemente. Yo no me he dado cuenta, aún. ¿Tengo tiempo para saber algo? Ya no lo creo.
(mi hermano tocó la luna del espejo-yo no lo podré hacer)
Una mujer que fuma pronto va a morir. Me dijo que jamás me enamorara de ella, bajo ninguna circunstancia. Yo no estoy enamorado de ella, estoy seguro; sin embargo ella es atractiva y no puedo dejar de estar con ella. Debe de estar preocupado, debe de sospecharlo. Y yo no le quiero fallar.
(música y mi tierra natal)
Tantas vallas que debes superar, (...) fugaz. El tiempo lo dirá. El destino está hecho, solo nos acercamos más a él.
Hoy es Viernes Santo. No hay canciones qué cantar.