4.06.2011

Todavía queda tanto por decir...


Y de ser así, aún no encuentro las palabras exactas para encadenarlas en prosas profanas y amorosas. Parece que he vuelto a nacer, que estoy volviendo a aprender y a ver las cosas como son. Por ello ando tan lento, tan distraído, entusiasmado, tonto y atrevido por momentos.

No puedo forzar mis palabras. Queda tanto por decir todavía y no logro conseguir manifestar mi frágil amor, mis primeros sentimientos, mis blandas caricias y mi alegría al escuchar tus saludos y estar junto a ti apenas unos segundos.

Segundos que eternizo en mis recuerdos, mientras recorro una y otra vez los pasadizos para volver a encontrarte; mientras veo una película española y otra hindú. Mientras aprendo un nuevo idioma: el tuyo, el de tu oculto amor.

Hoy la vida me consume el tiempo y hay apenas tiempo para contemplarte. Quisiera adelantar el verano y ya estar contigo ya frente al mar, ya lejos de él; refrescados por la brisa del mar, conversando quizás de un pobre payaso de morisquetas, o de un misterioso guión del lejano oriente o una historia de amor del extremo oriente. Y de vez en cuando de Neneco y Salí Baba.

Eres.

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