11.11.2009

Morbo


No hay silencio aquí,
sino frases que evitas oír.

ALEJANDRA PIZARNIK, Estar

¿Nos olvidamos, a veces, de nuestra sombra o es que nuestra sombra nos abandona de vez en cuando?

OLIVEIRO GIRONDO, 9 (Espantapájaros)

Y la verdad es que al principio me alarmé, no lo creí y hasta me asusté. Pero, ¿de qué sirve ahora mantenerme callado? Respeto, sí. ¿Otros lo guardan? Estoy seguro de que no. Y qué gusto por la morbosidad. Yo también jugaré con sus cadáveres cuando mueran. También profanaré sus tumbas, sacaré sus esqueletos y los llevaré a mi hogar hasta sodomizar con ellos, así que más les vale que no se mueran. Pero, sigo pensando en cómo les encanta la morbosidad.

Solo éramos cuatro, y nadie más que cuatro y pensé que solo seríamos cuatro. Pero, navego en Internet y ese cuatro se elevó al cubo y ese a la quinta y a la sexta y así. Con razón que me rodearon y me interrogaron. Sí, lo saben, pero en esos momentos solo sospechaba y hasta quise creer que no sabían nada, pero sus preguntas eran más que evidentes. Y tanto esperaba a que se acercara la fecha en que los volvería a ver, pero ahora ya no sé si los quiero ver, a todos esos morbosos, estúpidos e inmaduros. Iré escoltado con mi alter ego, con mi hermano mayor y con mi amor frustrado. Estoy seguro de que me aniquilarán con sus cuestionarios, ahora inservibles, ahora inútiles, ahora absurdos. ¿Qué les puedo decir? Creo que solo mantendré seriedad y aguantaré mi risa sarcástica, esa que todo el mundo odia, es que nadie soporta, esa por la cual todos me evitan. ¿Alguien sabe la verdad? Pues, yo tampoco la sé, así que ni se acerquen. Yo no robé el corazón. Déjenme tranquilo, que todos los días durante quince minutos me coloco la mano en el lugar del suceso y siento que me alejo de mi realidad. Que tú estabas ahí, que tú sabías, que tú debes decirnos la verdad, que tú debiste de entender. Solamente me voy a reír por dentro y mirar al cielo, del que espero que aparezcan estrellas. Traición, eso quizá responderé.

Les responderé Girondo y Pizarnik, ahí está la respuesta que tanto buscan. Yo miento, ellos dicen la verdad. La poesía es la única que no miente.

Y déjennos en paz. Mi hermano mayor, mi amor frustrado, mi alter ego y yo no podemos quitarnos esa imagen de nuestra mente que ustedes afortunadamente no lograron ver. Y déjenlos en paz. Después de ese día en Iñapari o Baalbek nos pueden buscar.

No nos aniquilen con preguntas, no nos rodeen. Y, por favor, dejen su morbosidad.

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