Claro, reímos.
A la medianoche hubo llanto.
El corazón está oprimido. Tiene ganas de llorar.
Pero sonreír es lo que quiere.
Y a ti también.
No puedes oírme ahora. No sé qué hay ahora. No sé que piensas ahora.
¿Es que acaso todavía puedo valerme de las esperanzas? ¿Cuáles esperanzas? ¿Existen todavía? ¿En ti existen todavía?
No llegué más allá del muro. El libro me lo entregaste antes. El último beso fue breve y el abrazo muy frío.
¿Quedarán los recuerdos solamente? ¿Quedará tu sonrisa solamente?
Ya no quiero pensar, solo quiero volver a ese lugar, a ese tiempo, a esos días...pero nunca a una rutina.
Todo tiene que ser diferente.
Diferente.
La procesión va por dentro, un tira diaria, un pensamiento intrigante.
El mar, el mar, el mar, el mar, el mar, el mar, el mar, el mar, el mar, el mar.
¿Por qué tuvo que ser en el mar?
Tú solo entiendes lo que es el mar. Tú solamente.
Y ahí fue, justo ahí, en el mar. En el mar.
En el mar.
En el mar.
Una y mil veces más, en el mar.
Me gusta bastante la estructura, primero das imágenes alternadas pero sin linealidad, luego insertas lo que, a mi parecer, es un flash back. Finalmente resaltas ese último momento y te quedas con el mar: el lugar; la incistencia en este último elemento se escucha como un eco.
ResponderEliminar